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Principios Básicos de Pilates 1: La Respiración

Con este post comenzamos nuestra serie de los cinco principios básicos de pilates.

A todos aquellos que practiquéis Pilates os servirá de repaso o para solventar dudas y a los que no, os dará una idea del método Pilates. Serán aplicables tanto si trabajamos en las máquinas o en ejercicios de suelo.

Cuando practicamos Pilates debemos aplicar los 5 principios en cada ejercicio y estos son: respiración, colocación de la pelvis, colocación de la caja torácica, estabilización y movilidad de las escápulas y por último colocación de la cabeza y curvatura cervical.

Para entender cómo debemos realizar la respiración pilates, primero debemos de ser conscientes de que tipo de respiración realizamos, para ello echa antes un vistazo a nuestro post de los tipos de respiración

Una respiración correcta en pilates es esencial, pues nos ayuda a controlar los movimientos, oxigenar bien el cuerpo para que trabaje adecuadamente, nos ayuda a relajar la musculatura no implicada en cada movimiento reduciendo estrés en el resto del cuerpo. Nos ayuda a ser conscientes de cada uno de los movimientos. Al comienzo de cada clase siempre realizaremos ejercicios de concienciación mediante la respiración para prepar al cuerpo para la sesión. Luego la respiración irá coordinada con cada uno de los movimientos y ayudará a dirigir la energía a la zona que se está trabajando.

La respiración que trabajaremos en las clases es la  Respiración Torácica, pues como ya vimos, la respiración clavicular, crea demasiada tensión en el cuello ya que utiliza los músculos del mismo para inspirar y el intercambio de gases no es eficaz y la abdominal nos impide mantener el abdomen activado, tan necesario en las clases de pilates entre otras cosas para proteger nuestra espalda.

cuando respiramos “con las costillas” utilizamos la musculatura diseñada para respirar siendo una respiración eficiente y eficaz.

Para aprenderlo, nos tumbaremos boca arriba y colocaremos las manos con el talón de las manos en el exterior de las costillas flotantes (que al no estar
insertadas en el esternón son más móviles) y los dedos abrazando hacia dentro, inspiraremos por la nariz y lo soltaremos por la boca muy suave como si hubiera  una vela delante que no queremos que se apague (así activaremos mejor la musculatura profunda que veremos en el próximo post). El movimiento de las costillas debe ser tridimensional, sentiremos que nuestras costillas se abren hacia los lados, hacia delante y hacia atrás. Luego se cierran hacia dentro y a la cintura en la exhalación. Realizaremos este tipo de respiración sin sentir tensión en ninguna parte de nuestro cuerpo, solo el movimiento de nuestras costillas, no deben ser inspiraciones profundas sino naturales. Al principio, podemos ayudarnos de nuestras manos, para aprender a mover la caja torácica, si la notamos bloqueada, ejerciendo ligera presion sobre las mismas para ayudar a abrir y cerrar.

Otra posición que resulta muy beneficiosa para aprender está respiración pero que incide más en dirigir el aire a la parte posterior de la caja torácica sería sentados con las piernas delante del cuerpo flexionadas, separadas al ancho de las caderas y con las plantas de los pies apoyadas. Tronco flexionándose hacia delante (se puede reposar sobre las piernas) y dejaremos los brazos relajados a lo largo del cuerpo. Practicaremos varias respiraciones en esta posición sintiendo cómo se nos mueve la parte media de la espalda hacia atrás al inspirar. (Revisando que los hombros no se suban y la cabeza esté totalmente relajada)

Deciros también que el ritmo de los ejercicios se marcará con la respiración, por ejemplo: “inhalo subo los brazos, exhalo dibujando un círculo …

Recordaros que sólo por respirar correctamente lograréis muchos beneficios en vuestras clases, e inconscientemente iréis mejorando los vicios respiratorios en vuestro día a día sintiéndoos cada día mejor.

ya sabéis, respira pilates

respira respira y sed felices

 

Irene Crovetto Gómez